La temporada 2016/2017 ha comenzado con un problema que lleva años instalado en la isla majorera, que no es otra cosa que la "falta de cuidados" con las instalaciones municipales relacionadas con el medio acuático.
A la falta de apertura de la piscina municipal de Puerto del Rosario se une, ahora, el cierre de la piscina municipal de La Oliva, con lo cual el panorama competitivo para muchos nadadores de esta isla se dificulta notablemente.
A la falta de apertura de la piscina municipal de Puerto del Rosario se une, ahora, el cierre de la piscina municipal de La Oliva, con lo cual el panorama competitivo para muchos nadadores de esta isla se dificulta notablemente.
En el momento presente estas son las piscinas que hay en la isla:
.- Piscina olímpica Hotel Oasis Papagayo (privada). 50 mts.
.- Piscina municipal de La Oliva (cerrada desde hace un par de semanas).
.- Piscina de Corralejo (desconozco su estado actual). 25 mts.
.- Piscina municipal de Puerto del Rosario (cerrada desde hace casi un año). 25 mts.
.- Piscina del C.D. Herbania (privada). 25 mts.
.- Piscina municipal de Tuineje (solo abre en los meses de julio y agosto). 25 mts.
.- Piscina olímpica Hotel Playitas (privada). 50 mts.
.- Piscina municial de Morro Jable (instalación terminada que nunca se ha abierto). 25 mts.
(No hemos encontrado imágenes donde aparezca terminada, pero nos consta que desde hace 4 años, como mínimo, está construida).
Actualmente, las únicas piscinas que conocemos que funcionan son la del Hotel Oasis Papagayo, Hotel Playitas, C.D. Herbania y Pájara.
Obviamente, estas circunstancias son muy desalentadoras para todos aquellos y aquellas que desean practicar el deporte de la natación, más teniendo en cuenta que en esta isla contamos con cuatro clubes de natación y que son pocos los vasos acuáticos que reunen las condiciones reglamentarias.
Pero si problemática es la situación para el deporte federado, mucho más lo es para todos esos usuarios que precisan del medio acuático para realizar sus actividades diarias de fortalecimiento, terapia, mejora de la condición física, iniciación y familiarización, etc.
Por nuestra experiencia, cinco años vinculados con la gestión de actividades acuáticas en la piscina de Playitas y desde hace cuatro meses en la organización de la piscina municipal de Pájara, es incuestionable el valor que tiene una instalación de esta índole para la mejora de la calidad de vida de todas las personas que hacen uso de ello.
A todo esto hay que añadir las particularidades de una isla como Fuerteventura, donde las distancias entre los diferentes nucleos poblacionales que tienen piscinas operativas en estos momentos es bastante notable, lo que dificulta los desplazamientos y hace de ellos unos costos de tiempo y dinero bastante importantes. Además hay que añadir que tres de las piscinas que funcionan son privadas, lo que hace que su uso sea más limitado a los usuarios que no son socios o clientes.
Personalmente, y como justificamos en esta entrada, consideramos que hay una buena oferta de instalaciones en la isla pero que por motivos que desconocemos, en algunos casos, muchas de estas instalaciones están dejadas a la deriva fruto de la desidia de las instituciones públicas responsables de las mismas, así como, también, por la falta de iniciativas, argumentos y presiones sociales de los diferentes espectros poblacionales que les gustaría hacer uso de las mismas.
Pero si problemática es la situación para el deporte federado, mucho más lo es para todos esos usuarios que precisan del medio acuático para realizar sus actividades diarias de fortalecimiento, terapia, mejora de la condición física, iniciación y familiarización, etc.
Por nuestra experiencia, cinco años vinculados con la gestión de actividades acuáticas en la piscina de Playitas y desde hace cuatro meses en la organización de la piscina municipal de Pájara, es incuestionable el valor que tiene una instalación de esta índole para la mejora de la calidad de vida de todas las personas que hacen uso de ello.
A todo esto hay que añadir las particularidades de una isla como Fuerteventura, donde las distancias entre los diferentes nucleos poblacionales que tienen piscinas operativas en estos momentos es bastante notable, lo que dificulta los desplazamientos y hace de ellos unos costos de tiempo y dinero bastante importantes. Además hay que añadir que tres de las piscinas que funcionan son privadas, lo que hace que su uso sea más limitado a los usuarios que no son socios o clientes.
Personalmente, y como justificamos en esta entrada, consideramos que hay una buena oferta de instalaciones en la isla pero que por motivos que desconocemos, en algunos casos, muchas de estas instalaciones están dejadas a la deriva fruto de la desidia de las instituciones públicas responsables de las mismas, así como, también, por la falta de iniciativas, argumentos y presiones sociales de los diferentes espectros poblacionales que les gustaría hacer uso de las mismas.
Una pena que una isla que está dando grandes nadadores esté dejando morir este deporte
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